El destino de Misty Copeland no era el de ser una bailarina. Lo bueno es que el destino no existe.
En este vídeo escucharás la carta de rechazo que recibió de una academia de ballet en la que quiso ingresar: tienes el cuerpo equivocado y eres demasiado vieja. Ahora Misty es la bailarina solista del Teatro Nacional Americano.
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