Desde que le cayó un rayo, esta música sonaba obsesivamente en su cabeza. Aprendió solfeo sólo para poder componerla.
Tony Cicoria es un doctor especializado en medicina ortopédica. En 1992 fue alcanzado por un rayo mientras usaba una cabina de teléfono. A causa de esa descarga, el corazón de Tony se paró. La suerte hizo que una enfermera que esperaba su turno en la cabina pudiera reanimarle.
La historia de Tony podría haber sido la de un accidente con final feliz. Sin embargo, hay algo muy especial en ella, que ha hecho que neurólogos de todo el mundo, como el conocidísimo Oliver Sacks, se interesen por su caso.
Después de sobrevivir a la descarga, una música comenzó a sonar en su cabeza de manera obsesiva. Tony no sabía solfeo y su gusto por la música no era entonces particularmente acentuado. Pero ahora sentía una necesidad insaciable de tocar el piano, de sacar a la luz las melodías que el golpe del rayo había metido en su cabeza.
Llevado por este impulso, Tony aprendió a componer y pudo liberarse, así, de esta melodía fascinante, la «Sonata del Rayo», que retumbaba en su cabeza desde que conoció la muerte por breves instantes. No importa que no tengas un gran oído. Cuando la escuchas, es imposible no darse cuenta de que en esta música hay algo casi sobrenatural.
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