Nuestros gustos, el amor, nuestras aspiraciones… Al fin y al cabo, todos somos iguales.
Muchas veces los niños son capaces de demostrarnos que hemos perdido nuestros valores a medida que nos hacemos adultos. En este vídeo, rodado a propósito del Día Mundial del Síndrome de Down, queda claro que después de todo todos somos iguales y no hay por qué poner barreras artificiales entre nosotros.
Si estás de acuerdo y conoces a personas con el síndrome o conocidos que tienen hijos o hermanos en esa situación, hazles verlo y sácales una sonrisa. Vale la pena compartir este mensaje: