No es nuestra intención, pero estamos haciéndolo todo mal con ellas.
Tratar a las niñas como princesas hace que desde edades muy tempranas estén convencidas de que su principal valor es el atractivo físico. Al inculcarle estas ideas, tenemos resultados escalofriantes: más de la mitad de las niñas están insatisfechas con su cuerpo con tan sólo 13 años.
Desde esta campaña nos proponen dejar de tratar a las niñas como princesas para reforzar su confianza lo antes posible. Entre todos debemos conseguir que sean capaces de mostrar ante los demás y valorar en sí mismas la presencia de otras cualidades (como la inteligencia).
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