Nacer con algún tipo de discapacidad puede ser un motivo para luchar con mucha más fuerza para alcanzar tus sueños.
Simona Atzori, es una bailarina y pintora italiana que nació sin brazos. Ella tiene un especial talento para utilizar sus pies y convertir lo que toca en una obra de arte.
Nunca ha querido utilizar las opciones que le proporcionaba la medicina para poder valerse de prótesis que pudieran facilitarle su día a día. Simona ha mostrado desde pequeña un fuerte deseo de superación. Empezó a pintar con tan solo 4 años y a bailar con 6. Nunca hizo caso de aquellos que no le animaban en su propósito y siguió practicando lo que más le gustaba hacer de forma tenaz.
En 1996 inició sus estudios en la Universidad de Western Ontario en Canadá. Su curso en artes visuales le permitió combinar las dos pasiones de su vida, y se graduó con honores en el año 2001.
“Doy gracias al Señor no por la vida en general, sino por haberme diseñado exactamente así. Mi acción de gracias cotidiana es intentar hacer de mi vida una obra de arte, como Él ha querido que fuera”, escribió Simona en su autobiografía (Cosa ti manca per essere felice? Ed. Mondadori). Un gran modelo de vida.