«El que vale, vale y el que no, que se dedique a la enseñanza». Nadie te hará ver por qué esto es el mayor insulto para un maestro.
Ser un buen profesor exige vocación, sacrificio y responsabilidad para poder sacar lo mejor de los niños que pasan por tus manos.
Por eso, cada vez que alguien menosprecia esta profesión, es normal que salga mucha rabia acumulada. Eso es lo que le ocurrió a Taylor Mali, el maestro que protagoniza esta pieza, cuando en una cena le preguntaron en tono burlón «y los maestros, ¿qué hacéis en realidad?».
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