Estas personas tienen unos segundos para decidir si este hombre es el padre de la niña o un secuestrador. Según comprobarás, es fácil predecir la respuesta.
Este experimento parte de una idea muy simple: un transeúnte encuentra a una niña perdida en la calle y, a continuación, aparece un desconocido que quiere convencerle de que es su padre.
No queremos destrozarte el final del video, pero las conclusión que arroja es muy clara: nos basamos en nuestros prejuicios para decidir cuánta confianza que nos ofrece una persona.
Compártelo con todos: