«Lo que me preocupa no es el grito de los malos, sino el silencio de los hombres buenos»

Martin Luther King.

Un debate sobre las medidas del gobierno estadounidense ante un atentado terrorista en Bengazi fue el escenario de esta acalorada discusión. Brigitte Gabriel, ponente de origen libanés, se vio interpelada por una mujer del público, quien se quejó de que los musulmanes como ella estaban siendo representados como «los malos», cuando la gran mayoría de los seguidores del Islam eran pacíficos.

La respuesta de Gabriel, objeto de una considerable polémica posterior, giró en torno a la siguiente pregunta: «si entre el 15 y el 25% de los musulmanes son radicales, ¿por qué la mayoría pacífica permanece en silencio?«. Para enfatizar la importancia de esta cuestión mencionó otros momentos de la historia en los que una mayoría pacífica – pero irrelevante por pasiva- fue secuestrada por una minoría radical.

Al darse a conocer este vídeo, los medios más progresistas reprocharon a Gabriel sus palabras finales «tenemos que tirar la corrección política [con la actitud de los musulmanes] a la basura» como un síntoma de clara islamofobia, mientras que otras publicaciones de carácter conservador aplaudieron su valentía al denunciar que el silencio de la supuesta mayoría pacífica es, en muchas ocasiones, mera aquiescencia.