Los «trucos sexuales» de las revistas femeninas no sólo exigen ser una gimnasta. Lo más siniestro es que se olvidan de las mujeres que los leen.

Si alguna vez has sentido vergüenza ajena leyendo los consejos sexuales y los consultorios de las revistas para mujeres, esto es para ti.

Además, estas dos chicas son capaces de profundizar en el lado más perverso de esta clase de publicaciones: están totalmente centradas en el placer del hombre, sin tomar en consideración la forma en la que las mujeres pueden experimentar satisfacción física o emocional real.

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