Esta farmacia de Lavapiés ha sido el escenario de una broma con cámara oculta que puede parecerte cruel, pero después entenderás que sirve para transmitir algo muy importante.
Una serie de personas de toda edad y condición entran a la farmacia para comprar medicamentos. A continuación, el actor que hace de farmacéutico les hace creer que su tarjeta sanitaria ha de ser destruida de inmediato.
Como es lógico, todas las víctimas de esta broma lo pasan fatal. ¿El problema? Que lo que para ellos son 5 minutos de pánico, para otros es su situación permanente.
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